“No pensé que algo tan simple pudiera entretenerlo tanto tiempo.”

Javier M.

“Me sorprendió ver que no se frustra, prueba una y otra vez.”

Ana S.

“Prefiero comprar uno así que cinco que no usa.”

Marcos R.

“Lo usa todos los días, no quedó olvidado en un cajón como otros juguetes.”

Sofía P.

“Explora cada textura: madera, metal y los sonidos. Es aprendizaje sensorial puro.”

Daniel L.

“Siento que realmente le aporta algo, no es solo para pasar el rato.”

Laura B.

“Usa el tambor para anunciar cosas importantes del día.”

Pablo A.

“Me gusta porque no tengo que estar diciéndole cómo jugar.”

Marta C.

“Es de esos juguetes que compras una vez y duran años.”

Fernando V.

“No pensé que a mi hijo le fuera a gustar tanto algo tan sencillo.”

Silvia H.

“Es increíble ver cómo aprende solo, sin necesidad de pantallas’. Un ritual precioso.”

Ricardo G.

“Se queda tranquilo jugando, algo que no pasaba antes.”

Vanessa T.

“Son juguetes que realmente cumple lo que promete.’.”

Andrés J.

“Utiliza el tambor para hablar de emociones.”

Isabel F.

“Cuando encuentra un sonido nuevo sonríe como si descubriera un tesoro.”

Carlos N.